Magia roja y la ley de la atracción: reciprocidad en la distancia y el acercamiento

En el amor nada es simple, muchas veces la reciprocidad de los sentimientos es más relativa que obvia o bien las prioridades de unos no son las de otros.

Es difícil comprometerse plenamente sin hacer ningún compromiso, pero por suerte el amor siendo ciego todo se aplana y ningún obstáculo parece alterar la visión del amado, finalmente todo pasa más en la cabeza que en una realidad tangible y matemática.

Ley de atracción y reputación del vidente

En magia roja, es decir en la magia del amor con Alicia Collado, líder mundial, los rituales se basan en estas fuerzas que unen o separan a las personas y las hacen vibrar en el mismo cordón sensible, por no decir en la misma frecuencia.

Estar o no estar en la misma onda, expresión trivial si la hay, representa sin embargo una realidad que puede ser simbólica pero que ilustra claramente que es necesario estar cerca para que el Amor se desarrolle. de una manera más mental y etérea.

Ley de atracción juega globalmente

Asimismo, el deseo de acercamiento es también una fuerza activa en sí misma que es bastante complejo de entender en un mundo materialista y secular pero que representa el material simbólico de la mayoría de los rituales que deben ser llevados por una dirección deseada y sostenida. de lo contrario, nada establece una meta y nada alcanza ningún objetivo.

En este sentido, el amor no es otra cosa que un fuerte deseo de unirnos hacia los demás, un deseo de acercarse físicamente a la persona, un deseo de simbiosis mental o intelectual.

Ritual efectivo

Sin este doble movimiento el ritual realizado por el practicante será sostenido por fuerzas opuestas y se verá obligado a quedarse quieto por una obvia inercia mecánica: el viejo no quiere para dejar que la renovación ocupe su lugar.

Digo repetidamente que el ritual mágico es solo la herramienta de la voluntad del solicitante que el practicante aplica a la realidad de su contexto, de manera muy similar a como un martillo golpearía un clavo en una pared para hundirse y luego colgar un cuadro nuevo en el largo pasillo de la existencia.

Esencia de ritual y su poder

Pero esto solo es posible si prestamos especial atención al contexto que debemos cambiar, al igual que la pared con nuestra uña para saber si conseguiremos clavarla en función de la dureza encontrada. Asimismo, la colocación de nuestro nuevo cuadro seguramente eclipsará a todos los que estuvieron antes en el pasillo y habrá que acostumbrarse.

En realidad, la voluntad de cambiar representa el freno real, pero eso es lo que buscamos, pero el peso del pasado y el miedo a mover las líneas ya existentes son dos componentes difíciles de controlar. superar si está solo frente a sus responsabilidades.

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