Los efectos del “golpe de retorno” en el campo mágico

La expresión “golpe de retorno” se utiliza en el contexto mágico para definir, de manera genérica, qué representa el contragolpe derivado de las energías puestas en marcha por cualquier operación mágica que no tuvo éxito. Es decir, lo que no llega a la persona designada por diversos motivos, regresa a la persona que lo envió y en parte, también al cliente.

El golpe se devuelve con precisión, como un efecto boomerang. Y, como mucha persona desconoce este tema, es importante divulgarlo para que no afecte a nadie más de manera negativa. Los amarres de amor de Alicia Collado se caracterizan por ser efectivos, por lo que no espere ningún golpe de retorno desfavorable en su vida. No obstante, es crucial estar informando y prestar atención a cada detalle.

Aleister Crowley, uno de los principales exponentes del ocultismo, dijo que “el propósito general de la magia es influir en el mundo detrás de las apariencias, para transformar las apariencias en sí mismas“. En esta frase se encuentra la esencia de la magia, que precisamente significa transformación. Entonces, mediante la magia es posible que las cosas, así como los eventos, dejen de ser lo que son para convertirse en lo que se quiere que sean. Pero también es bueno subrayar los riesgos y el “precio a pagar”. Y el golpe de retorno es una de estas contraindicaciones.

Pero no se detiene ahí. Es necesario saber que la energía de “retorno” estará mucho más cargada y poderosa cuando llegue a ti, pues ha sido fortalecida por las otras energías que se han ido recolectando durante el viaje de ida y vuelta. Gerald Gardner, un sacerdote británico de la wicca, habló de este retorno de energías amplificadas, definiendo esta amplificación como la “Ley de Tres veces”. De hecho, de acuerdo con esta Ley, cada acción que “regresa” volverá multiplicada por tres.

Como se mencionó al principio, la magia en su aspecto esotérico equivale a transformación. Pero para transformar es necesario interferir con el flujo normal de energías. Por lo tanto, siempre se está expuesto a una especie de crédito hacia las fuerzas cósmicas independientemente de cuáles sean sus intenciones. En otras palabras, incluso en entornos “invisibles” siempre hay un precio que pagar y nadie hace nada por nada. Por ello, todos aquellos que trabajan en la magia, y sus clientes, independientemente de la forma, el momento y la cantidad de los rituales realizados, deben tener siempre presente que nada se da por sentado y que la posibilidad de un golpe de retorno es bastante alta.

Los magos de hoy ya no son como solían ser. Hoy en día hay muchos charlatanes, estafadores y magos sin experiencia, que ya no existen en las escuelas esotéricas del pasado. Y cada vez hay menos hechiceros de los que aprender. Entonces, si hay menos verdaderos practicantes de lo oculto, pero las demandas aumentan, es obvio que en el medio existan varios comerciantes de lo oculto que practican un arte tan poderoso como peligroso. Y así como existe el riesgo de caer en las manos de un médico incapaz, de la misma manera (¡si no más!) Existe el riesgo de caer en las manos de un mago aficionado.

Llegados a este punto conviene preguntarse: ¿por qué no alcanzan la meta? Digamos que además de las dudosas habilidades del operador, puede haber otras causas en el medio.

Todo lo que se define como realidad se caracteriza por una serie infinita de interacciones, interconexiones, una mega maraña que une todas las cosas existentes: tanto visibles como invisibles. Y librarse en medio de todo este aparente caos no es nada fácil. En este entrelazamiento cósmico se transmite una serie completa de mensajes desde cada parte. En la práctica, es como si cada ser humano fuera a su vez una estación transmisora ​​y receptora. En los entornos esotéricos y en los de la física cuántica es bien sabido que cada cuerpo humano tiene su propio “campo vibratorio”. Es decir, emite vibraciones que, por simplicidad, podemos imaginar cómo mensajes personales (individuales), que se propagan infinitamente en todas direcciones llegando a cualquier punto, superando la barrera del espacio y el tiempo.

Pero cada individuo, además de transmitir, también recibe. Sería una locura pensar que se puede recibir todos los mensajes infinitos alrededor del universo. La verdad es que solo es posible atrapar unos pocos. ¿Cuáles? Aquellos con los que está en resonancia, es decir, aquellos que tienen una frecuencia vibratoria similar a la suya. Al igual que para captar ciertas señales de radio, debe colocar el dispositivo en la frecuencia correcta.

La habilidad y destreza del mago consiste en asegurar que su mensaje enviado, a través de rituales particulares y concentraciones de poder, tenga la fuerza y ​​eficiencia para penetrar la burbuja del individuo objetivo.

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